La información preventiva: se refiere a los datos relacionados con aspectos tan variados como los siguientes:
La presentación de los participantes. Con ropa cómoda, no deslizante para evitar caídas, sin relojes, collares, pulseras, etc. que puedan producir enganches.
- El uso del espacio: los grupos suficientemente separados con el fin de evitar invasiones o choques.
- La necesidad de las ayudas: los no iniciados no son conscientes de donde es preciso ofrecer una ayuda ni de cómo hacerlo.
- Aspectos técnicos como agarres, colocación y límite de cargas, que, aunque también tienen que ver con la calidad de la ejecución, evitan en muchos casos daños por sobrecarga, malas pisadas, desmoronamientos, golpes, etc.
- La información técnica abarca los aspectos motores y posturales que posibilitan, además de una práctica sin riesgos, la progresión en cuanto al dominio intercorporal. A este respecto, consideramos que es preciso planear situaciones de exploración donde los propios participantes vayan descubriendo los principios biomecánicos y las variaciones de contacto que permiten realizar la práctica con menor esfuerzo, con mayor diversidad de acciones motrices y con mayor grado de disfrute.
- La información organizativa del grupo se refiere, por un lado, a la distribución de los alumnos en cuanto a número de componentes y a formas de ocupación espacial, y por otro, a tiempo de práctica, asignación de roles, etc. Se trata de una información que, en principio, ha de ser muy detallada hasta que el grupo adquiera un nivel suficiente de autonomía en su funcionamiento interno.
- La información, como hemos visto, es muy importante, pero existen otros criterios a tener en cuenta a la hora de planear la seguridad. Los más importantes que se han de tener en cuenta son:
La utilización de materiales de seguridad y apoyo (colchonetas, arneses, cuerdas, cascos, etc.).
Ayudas externas: compañeros, profesor.
Medio en el que se desempeñan las acrobacias.
Contar con un espacio acondicionado.
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